¿De dónde eres?

Es una pregunta que Franchela Ulises suele escuchar en Arizona cuando habla en español, su idioma nativo.

Está acostumbrada a la pregunta. Pero no se acostumbra a las miradas raras que recibe, que a veces la hacen reír y otras veces hervir de coraje.

Franchela nació en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y sus padres son oriundos de República Dominicana. En el país de sus padres, ella no llama la atención. Pero aquí en Arizona, en un estado desértico en la frontera con México, una mujer de la raza negra que habla español es observada con curiosidad y a veces revela prejuicios hacia su herencia.

Es agotador enfrentar la discriminación y no sentirse reconocida, incluida o aceptada como afrolatina, cuenta.

YouTube video
Vídeo: Daniel Méndez, un premiado editor/productor con más de 15 años de experiencia cubriendo noticias en inglés y español. Ha trabajado con Telemundo y 12 News. Su experiencia profesional contribuyó a una mejor comprensión de la cobertura justa y completa de las comunidades latinas, incluida la colaboración en la producción de historias bilingües que dieron lugar a 12 News en Español.

La frustración de Franchela, amante de la moda, la llevó a fundar Mujeres of all Shades, una organización que busca ayudar a mujeres de todas las razas y teces a cultivar un estilo propio que las haga sentir bellas.

A través de esta organización, está trabajando con otras mujeres para cambiar la industria de la moda con el fin de que sea más inclusiva. Juntas, luchan por la confianza y el amor propio y contra los estereotipos sobre la belleza, la raza y el género. Para Franchela, es un movimiento.

Con la esperanza de llegar a ver más presencia afrolatina en la televisión y otros medios de comunicación, Franchela trabaja como modelo, estilista de moda e “influencer” en las redes sociales para empoderar a las afrolatinas y unir a mujeres de todos los colores de piel.

Se arregla la cabellera y se acomoda el saco con vibrantes colores que van del verde limón al azul añil. Cruza sus piernas y deja a un lado su bolsa Gucci.

Mira a la cámara con la seguridad de una estrella de Hollywood en el escenario, una modelo en la pasarela o una mamá con tres bebés. Sonríe y dice con visible orgullo:

“Soy afrolatina”.

Deja escapar una risa traviesa y asegura que “es un poquito de todo”. 

A sus 30 años, Franchela intenta explicar cómo ella se define de una forma sencilla que resulta complicada en los ojos de personas que no conocen su mezcla cultural y sus raíces.

“Mira, mis padres son dominicanos, pero yo nací en las Islas Vírgenes, donde hay muchos dominicanos, pero es Estados Unidos”, dice. “Entonces, soy afroamericana.”

“Pero a veces no soy suficientemente afroamericana para los de aquí. Tampoco soy suficiente latina en este país. Al final creo que todos podemos ser un poco de todo”.

Franchela Ulises smiles in the sunshine
Franchela Ulises, modelo afrolatina, posa con soltura para la cámara de AZ Luminaria en Heritage Square en el corazón del centro de Phoenix.
Foto: Beatriz Limón

Franchela lleva con orgullo la etiqueta de afrolatina en Arizona, donde se han aplicado leyes que han estigmatizado razas, culturas e idiomas. Y hay quien piensa erróneamente que todos los latinos en Arizona son de México.

Aunque es ciudadana americana, abandera a los inmigrantes hispanos, ya que de sus padres, Francisco Ulises y Elcilia Mercado, aprendió a tenerle amor a su cultura caribeña.

“Mis padres son increíbles. Ambos son dominicanos y viajaron a St. Thomas, que es la isla de entrada a las Islas Vírgenes, antes de que yo naciera”, dice. “Son una bendición. Siempre me inculcaron la cultura dominicana y hablar español muy bien”.

Los dominicanos representan el cuarto grupo más grande de inmigrantes hispanos en los Estados Unidos, después de los mexicanos, salvadoreños y cubanos, según el Instituto de Política de Migración (MPI, por sus siglas en inglés). 

Datos de MPI revelan que el número de inmigrantes dominicanos en EE.UU. nacidos en el extranjero aumentó un 33 por ciento de 2010 a 2019. Los 1.2 millones de dominicanos viviendo en EE.UU. representan aproximadamente un 3% de la población inmigrante en los Estados Unidos, que son unas 44.9 millones de personas.

De acuerdo con una encuesta del Pew Research Center, los latinos en EE.UU. con raíces caribeñas tienden a identificarse más como afrolatinos o afrocaribeños que los latinos con raíces en otras regiones (34 por ciento contra el 22 por ciento, respectivamente).

Aquellos que se identifican como afrolatinos están más concentrados en la costa este de EE.UU. y en el sur del país en comparación con otros hispanos. (Según el Pew Research Center, un 65% de los inmigrantes afrolatinos viven en estas regiones versus el 48% de otros inmigrantes hispanos.)

Franchela se mudó hace diez años a Arizona para estudiar justicia criminal. Llegó con el corazón lleno de ilusiones, pero se encontró con el rechazo de algunas personas que al escucharla hablar español la miraban como cosa extraña, cuchicheaban a sus espaldas y no se escapaba de las miradas de reojo.

“La gente se queda en shock cuando me ven, literalmente congelados cuando me escuchan. Me preguntan sorprendidos dónde aprendí a hablar español”, dice. 

Reconoce con tristeza que no se aprecia lo suficiente la cultura afrolatina en el país. 

“Somos latinos, solo que nos vemos un poquito diferente”, afirmó con certeza.

Recordaba momentos que vivió junto a sus abuelos en República Dominicana, comiendo arroz con habichuelas, jugando con sus primos, hablando su idioma.

Six Latina models wearing colorful dresses pose in a stairwell
Franchela Ulises es modelo, estilista de moda e influencer de las redes sociales que está trabajando para empoderar a las afrolatinas y unir a mujeres de todos los colores de piel. Foto: Arizona Fashion Photographer

Mujeres of All Shades

Ese choque cultural que enfrentó Franchela cuando se mudó a Arizona, y que al principio la entristeció, lo canalizó de una forma positiva y fundó Mujeres of all Shades.

Para ella significa todo que toda mujer se sienta segura de sus raíces ancestrales, la textura de su pelo, el color de su piel, su idiom, su voz y su forma. Franchela se siente segura luciendo labial rojo y colores feroces. Es una medicina para que un gurú de la moda se sienta bella, valiente y audaz.

“Tenemos que cambiar el estereotipo; no todas las personas se parecen a sus paisanos. Igual en México hay personas rubias con ojos verdes. Debemos aceptar que venimos de todos los colores”. 

A través de su organización, la modelo ofrece una serie de tutoriales para que las mujeres se sientan a gusto en su propia piel. Aborda temas sobre los estilistas personales, eventos de estilo, revisión de guardarropas, planificación de atuendos, plan de compras, consultas de moda y hasta una sesión de fotografía “fashionista”.

Pero no solo se enfoca en la apariencia y en resaltar la belleza de la mujer. Franchela busca educar a las comunidades latinas y no latinas sobre representación cultural, racial, étnica, sobre igualdad y diversidad. Quiere que las comunidades latinas reconozcan y celebren las culturas afrolatinas.

Espera que no solo se observe en febrero el “Mes de la Historia Afroamericana” (Black History Month), sino que durante todo el año exista una conversación inclusiva sobre el respeto a los distintos colores e idiomas.

“No estamos bien representados en Estados Unidos. Nos hacen falta espacios en la televisión, donde se cuenten nuestras historias, que nos conozcan”, dice Franchela. “Tenemos que enfocar a la comunidad negra y afrolatina todos los días, no solo un mes, porque los problemas que enfrentamos pasan todo el año”.

Y para empezar a hacer un cambio, la también asesora de imagen, ha educado a sus hijas Yoelianny, de 9 años, Alianny, de 7, y Leilianny, de 2, para que se sientan orgullosas de sus raíces latinas, del color de su piel y de ser bilingües.

“Les inculco la cultura latina”, dice Franchela. “Hablamos español. Les explico de dónde vengo yo, de dónde viene su papá Juan Franco, quien es dominicano. Les digo que son bellas y que también son latinas”.

‘Cuando la gente me habla en inglés, porque creen que no hablo español’

Franchela se mantiene muy activa en sus redes sociales, donde comparte sus historias y realiza segmentos de sus experiencias como una mujer afrolatina. Pero recientemente recibió un comentario racista en la red social Tik Tok que le pareció desagradable.

“Me comentaron que era muy morena para ser dominicana”, dice.

Five Latina women wearing colorful dresses stand with their arms around each other
Franchela Ulises es modelo, estilista de moda e influencer de las redes sociales que está trabajando para empoderar a las afrolatinas y unir a mujeres de todos los colores de piel. Foto: Arizona Fashion Photographer

Se enfrentó a los mismos estereotipos de siempre. Pero lo vio como una oportunidad para cambiar la forma en que la gente percibe a las afrolatinas como ella.

“Recibo mucho esos comentarios. Más bien los uso para educar, porque si esa persona lo estaba pensando, estoy segura que hay cien más que también lo piensan”, reconoce.

Franchela subió un video con audio del popular programa de televisión “Caso Cerrado” a sus redes sociales, utilizando el humor y el lenguaje para hablar sobre ser afrolatina y hablar español con orgullo.

Lo publicó con una pancarta en blanco y negro: “Cuando la gente me habla en inglés, porque creen que no hablo español”.

“Buenas tardes. Aquí ningún ‘afternoon’ o ‘hello’. Aquí se habla español porque es un programa en español”, dice con un tono autoritario en forma de broma, dirigiéndose a las personas que intentan hablar inglés durante una conversación en castellano.   

La afrolatina dice que se ha avanzado en la educación contra el racismo a través de los años, pero asegura que aún existe “ese racismo que está bajo la alfombra”.

“La agresión que [enfrentamos] las personas de color ya no es tan directa, pero es indirecta y de igual manera es racismo”, dice Franchela. “Hiere, molesta y hace sentir mal. No se ha ido, pero se podría ir, es cuestión que las personas con privilegios no se enfoquen en reconocer nuestra cultura solo un mes, se deben de poner esos temas al descubierto”.

Franchela se ha dedicado a educar a quienes no piensan que los afrolatinos no son latinos, para lograr que se acepte la diversidad de nuestra comunidad. No es algo nuevo para ella. Estudió criminología para ayudar a los jóvenes atrapados en el sistema judicial y entiende que la clave para apoyar a otras personas es motivarlas y empoderarlas para que no se sientan derrotadas.

Eso es lo que es Franchela: una motivadora que busca que otras personas sean felices con su identidad y su cultura. 

Una líder poderosa.

Una mujer que adora los colores. Todos los colores.

Además, ama sus raíces estadounidenses y latina.

Se identifica como afrolatina.

Así es ella … un poquito de todo.

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Beatriz Limón es una periodista independiente que fue corresponsal en Arizona y Nuevo México de la Agencia Internacional de Noticias EFE. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, fotógrafa profesional...