Este reportaje fue producido en colaboración con High Country News.
Después de emigrar a Tucson desde Culiacán, en el 2012, a Cristina Apan le costó encontrar una vivienda estable. En el 2016, después de que la mujer con quien se estaba quedando la echó, tuvo que dormir en su carro. “Sentía que me moriría”, dijo. “Me empecé a asustar.”
Finalmente, le preguntó a un amigo, un reservado jardinero llamado Juan Diego Rodríguez, si podía quedarse en su casa manufacturada. Con el tiempo, se enamoraron.
“Estuvimos de amigos” por un par de años, dijo Apan. “Pero (en el) 2018 le dije, ‘¿Sabes qué? Vamos juntándonos… ya vamos a casarnos.’ Eso era lo que el destino nos tenía guardado”.

Pero la casa estaba en condiciones pésimas, dijo Apan — tan mal, que no se podía reparar.
Afortunadamente, un conocido se ofreció a ayudarlos, y dio su firma para un préstamo para una casa manufacturada en mejor estado ubicada en Carefree Village Estates, una comunidad en Tucson para personas de 55 años o más.
Apan y Rodríguez se mudaron a la casa color blanca y verde en septiembre del 2020. El pórtico de la casa está adornado con plantas y pequeñas mariposas de metal. En el interior, Apan recientemente pintó de blanco el oscuro revestimiento de madera de la sala para iluminar el espacio.
“Me siento rica”, dijo. Mientras que su parque de casas móviles anterior estaba “cayéndose”, Carefree Village Estates tiene una piscina y una casa club con una biblioteca, juegos de billar y horarios de café los sábados por la mañana.
“Los mismos vecinos (nos) avisamos que anda alguien raro … es como un acuerdo que hay entre (nosotros) para cuidarse todos”, dijo Apan. “Está muy tranquilo”.
Pero durante el verano, la temperatura interior en su casa se mantiene entre 90 y 96 grados Fahrenheit (32 y 35.5 Centígrados). Apan y Rodríguez tienen una unidad de aire acondicionado de ventana, pero utiliza tanta electricidad para enfriar la casa mal aislada, construida en 1982, que usarlo cuesta demasiado.
Antes tenían enfriamiento por evaporación, pero el motor dejó de funcionar el pasado verano, y no les alcanzó el dinero para reemplazarlo. Ahora mantienen las persianas cerradas y pasan sus días en lugares con aire acondicionado como la biblioteca pública o el centro comercial.
“Llevamos agua, comida. Caminamos ahí”, dijo. “Estamos ahorrando”.
Su problema no es poco común. Por todo el oeste de Estados Unidos, el calor excesivo es un problema creciente, y los residentes de las casas móviles se encuentran entre los más afectados.
En Arizona, los índices de muertes debido al calor en casas móviles son ocho veces más altos que los de casas construidas sobre fundaciones permanentes. Eso se debe a una combinación de estructuras deterioradas, bajos ingresos y falta de crédito y acceso a asistencia para servicios públicos. Los inquilinos y los expertos están de acuerdo en que es crucial encontrar maneras de proteger a los residentes de casas móviles del calor excesivo, dadas las crisis climática y de vivienda simultáneas en el oeste. El problema se ha ignorado durante mucho tiempo.
Investigadores en la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés) notaron una tasa de mortalidad desproporcionada en las casas móviles en el 2018, cuando el Departamento de Salud Pública del Condado de Maricopa en Arizona solicitó la ayuda al centro Knowledge Exchange for Resilience (Intercambio de Conocimiento para Resiliencia) de la universidad para reducir las muertes provocadas por el calor. Comenzaron a mapear las muertes junto a datos de casas recibiendo asistencia de servicios públicos.
En Mesa, hallaron una concentración de muertes, pero bajos índices de asistencia de servicios públicos. Usando Street View de Google, los investigadores vieron que el área consiste principalmente de casas móviles.
“Nos preguntamos, ‘¿Qué está pasando aquí?’” dijo Lora Phillips, investigadora posdoctoral en ASU.
“Estás viviendo en una lata”
Equipos de investigación de ASU y la Universidad de Arizona, en colaboración con la Asociación de Propietarios de Casas Prefabricadas y Móviles de Arizona (AAMHO, por sus siglas en inglés), están en proceso de encuestar a más de 1,000 residentes para entender mejor lo que hay detrás de las impactantes estadísticas.

Uno de los primeros factores que observaron fue la calidad de las casas. Las casas móviles más antiguas no están bien impermeabilizadas, con paredes delgadas de metal, estructuras que miden 2 pulgadas por 3 y techos de metal.
“Estás viviendo en una lata”, dijo Kati Gilson, otra residente de Carefree Village Estates.
Gilson ha logrado mantener fría su casa mal aislada de los años 90 porque tiene aire acondicionado. Pero es caro, dijo, y “mucha gente aquí no puede pagar su factura de electricidad”.
El costo mensual de usar una unidad de aire acondicionado en una casa manufacturada con corrientes de aire durante el verano puede ser de hasta $350.
Pero va más allá de paredes delgadas y ventanas mal selladas: El costo de la impermeabilización suele ser mayor que el valor de la casa.
En promedio, los residentes de casas móviles tienen ingresos más bajos que los dueños de casa o inquilinos en viviendas tradicionales, y usualmente son marginados todavía más por factores, como el estatus migratorio, baja capacidad crediticia e historial de desalojo y encarcelación. Otros, especialmente los residentes mayores de parques para personas de 55 años o más, quienes viven de ingresos bajos fijos como beneficios de Seguro Social o discapacidad, lo que hace que el aumento en las facturas de los servicios públicos en el verano sea un serio problema. Y porque las casas móviles están consideradas “propiedad personal” — más parecidas a vehículos que a casas tradicionales — los dueños generalmente no pueden pedir un préstamo del valor de la casa para mejoras y reparaciones.
Por lo tanto, terminan usando remedios improvisados para sobrellevar la situación: cubrir las ventanas con cobijas por dentro o colocar aluminio reflectivo por fuera, y construir toldos y encerrar sus áreas de portal para que penetre menos la luz del sol.
Esmeralda Pelayo, quien vive en el Weststar Park de Tucson, dijo que su familia pasó gran parte del verano en una misma habitación de su casa que tiene una unidad de aire acondicionado de ventana, rociándose uno al otro con agua de una botella para mantenerse frescos.
Los programas que existen a nivel nacional para la reparación de casas móviles generalmente requieren que el propietario también sea dueño del terreno sobre el cual está situada la casa. Por eso la mayoría de los residentes de campamentos de casas rodantes, que normalmente alquilan el espacio debajo de su casa, quedan descalificados. Y por si fuera poco, los residentes de estos parques no califican para programas de asistencia de servicios públicos: Las parcelas del parque son administradas por la gerencia, lo que significa que los residentes no son clientes directos de las compañías de servicios públicos.
“Dada la forma en que funcionan estos programas, los residentes de casas móviles más necesitados no califican”, dijo Mark Kear, un geógrafo económico en la Universidad de Arizona.
Incluso a las personas que buscan ayudar a los residentes necesitados les cuesta hallar soluciones para estos problemas.
Neil Saunders, ingeniero de Tucson Electric Power, se topó con problemas cuando trató de desarrollar un programa para instalar sistemas de aire acondicionado con alimentación solar en casas móviles de manera gratuita para los residentes. Comenzó a hacer visitas para evaluar la posibilidad de instalar paneles solares en los techos o un toldo solar sujetado a la pared.
Visitó varias casas, incluyendo la de Apan. Pero determinó que las viviendas de las personas que más necesitaban la ayuda, no eran lo suficientemente fuertes para soportar paneles solares. La instalación podría dañar la casa, empeorando la situación.

Con la energía solar descartada, su proyecto ya no tenía acceso a los fondos federales para energía renovable que había planeado usar. Ahora, dice, simplemente está tratando de apoyar a los investigadores de la Universidad de Arizona.
“Si crean un conjunto de datos sólido, entonces se convierte en algo político”, dijo. “Solo tienes que ponerlo en frente de la gente indicada”.
“La mayoría de nosotros lo sobrellevamos yendo adentro”
La organización de inquilinos de parques de casas rodantes de Arizona, AAMHO, ya comenzó a usar los datos de los investigadores para fines políticos.
En un caso, la ciudad de Apache Junction intentó aprobar una ley que hubiese requerido que los residentes que reemplacen sus sistemas de aire acondicionado pagaran una tarifa parecida a la tarifa para un permiso para remodelaciones de vivienda. El presidente de la organización, Pat Schoneck, argumentó que algunos residentes no podrían pagar la tarifa adicional además de la reparación de la unidad de aire acondicionado, por lo que era probable que hubiera muertes.
La medida no fue aprobada.
Es probable que batallas de este tipo — con respecto a la habilidad de los dueños de casas móviles e inquilinos para mitigar el calor en sus viviendas — aumenten en los próximos años, a medida que los veranos en el oeste se conviertan más calurosos rápidamente. Aunque nuestra tendencia es ver el cambio climático como algo que sucede afuera, los espacios interiores habitables son claves para que la gente pueda adaptarse a las temperaturas más altas.
“La mayoría de nosotros lo sobrellevamos yendo adentro”, dijo Kear. “Vivimos el cambio climático dentro. Y está cambiando los ambientes interiores de una manera bien dispareja”.
Por ahora, Apan y su esposo están ansiosos por el otoño en el desierto, cuando el sol perdona, las temperaturas bajan y pueden plantar más flores y árboles en su patio.
Recursos locales para los residentes de casas móviles
Los programas de asistencia para servicios públicos o reparaciones manejados por la ciudad de Tucson, Tucson Electric Power, Hábitat para la Humanidad, el Departamento de Viviendas de Arizona y Servicios Comunitarios Interreligioso requieren que los propietarios de casa sean dueños de los terrenos debajo de sus casas móviles o que sean clientes directos de Tucson Electric Power. Aquí están algunos de los recursos que están disponibles para los residentes de parques que no pagan electricidad directamente al Tucson Electric Power:
- Únete a la Asociación de Propietarios de Casas Prefabricadas y Móviles de Arizona (AAMHO): aamho.org o 1-800-221-6955
- Recibe ayuda para reparaciones de viviendas de Community Home Repair Projects of Arizona (Proyectos comunitarios de reparación de viviendas de Arizona): chrpaz.org or 520-745-2055 o, para residentes de edad avanzada, el Consejo de Pima sobre el Envejecimiento: pcoa.org o 520-790-7262
- Solicita asistencia de servicios públicos o de alquiler de emergencia de Chicanos por la Causa (se aceptan facturas de luz ‘submedidas’ o emitidas/distribuidas por la administración del parque): 520-882-0018
- Solicita asistencia de alquiler de emergencia de Interfaith Community Services: icstucson.org o 520-297-6049 o la Fundación Primavera: primavera.org o 520-395-6420
- Busca Centros de Enfriamiento en el Condado de Maricopa y el Condado de Pima
Así es como puedes participar
- MAPP – español — Step Up to Justice
- MAPP inglés — Step Up to Justice
Traducción por Nathalie Alonso