La noche aún era larga. Los resultados todavía no definían a los ganadores de la contienda electoral 2022 en Arizona. Pero en el cuarto piso de un edificio en Phoenix, las emociones de decenas de soñadores se sintieron a flor de piel.
Están a la espera de los resultados sobre la Propuesta 308, la que les otorgaría la oportunidad de pagar matrículas igual a la de los demás estudiantes residentes en el estado, independiente a su estatus migratorio. Los soñadores formaron un círculo y se vieron cara a cara.
Esa noche, algunos tomados de la mano, otros más inclinando la cabeza y cerrando los ojos, los jóvenes que iniciaron una lucha profunda hace más de cuatro años, se unieron en un solo corazón. Entre lágrimas y aplausos, se supieron triunfadores.
Durante ese tiempo, la soñadora Reyna Montoya, lideró a cientos de jóvenes que provenían de escuelas, colegios comunitarios y universidades del estado, para colocar la Propuesta 308 en la boleta electoral.
“Ha sido un camino muy largo, más de quince años que hemos vivido esta injusticia para nuestros estudiantes”, dijo Montoya.
Juntos, soñadores y sus apoyantes, cabildearon por esta resolución en la Legislatura Estatal de Arizona. Luchaban para que los votantes decidieran si parte de la Proposición 300, que se aprobó en 2006 y que dejó a miles de graduados indocumentados pagando el triple por las colegiaturas universitarias, debía ser revocada.
Pero esa noche, los soñadores no se vieron más como esos estudiantes temerosos e intimidados. Más bien se reconocieron como líderes de sus comunidades. Como una fuerza organizada y con una voz potente, tan potente que su demanda por una educación justa fue llevada a la boleta electoral convertida en la Propuesta 308.
Esa noche, los soñadores se miraron de una forma diferente. Sabían que el conteo de boletas continuaba. Pero se enfocaron el uno en el otro y en lo lejos que han llegado.
“Siento que una de las grandes victorias es que nuestros jóvenes sientan que tienen poder y tienen voz aunque no puedan votar. Ellos tienen el poder de mover mentes y corazones de tantas personas”, dijo Montoya, fundadora de Aliento, una organización sin fines de lucro que luchan por los derechos de familias indocumentadas.
Una de esas voces fue la de la soñadora María León, de 25 años, quien actualmente no puede costearse la carrera con la que sueña, por lo que se unió a la lucha para que se apruebe la Propuesta 308.
“No estoy estudiando porque la escuela para mi está muy cara”, dijo. “Un programa de asistente de terapia física me cuesta 30 a 40 mil dólares, lo que gano proximadamente en un año. Y la colegiatura estatal es de 9 mil a 12 mil dólares”.

Actualmente es asistente de enfermera, pudo pagar un curso de 1,500 dólares en una escuela privada, pero su meta es ir a una universidad a estudiar medicina.
“Si se aprueba me ayudaría a regresar a la escuela”, dijo la nativa de Sinaloa. “Tengo esperanza que vaya a pasar, pero nunca se sabe, lo bueno es que tenemos nuestra comunidad. Siento en mi corazón que sí va a pasar, tengo ánimo”.
La estrategia inició en 2018 impulsada por Montoya, quien organizó a jóvenes acogidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) quienes fueron pieza clave para atraer la atención de los políticos para apoyar la educación superior, durante repetidas visitas al capitolio arizonense.
Aunado a eso, consiguió que más de 130 líderes empresariales, religiosos y cívicos firmaran una carta enviada a la Cámara de Representantes de Arizona, para que la propuesta se incluyera en la papeleta electoral el 8 de noviembre.
Fue así como lograron que el proyecto fuera presentado por el senador estatal republicano Paul Boyer a principios de febrero de 2021 y que fuera copatrocinado por la representante de su misma facción Michelle Udall.
En total, 27 republicanos, algunos usando la misma retórica xenófoba que ha deshumanizado a los inmigrantes sin estatus migratorio legal, votaron en contra de la propuesta. La Legislatura de Arizona queda controlada por el Partido Republicano.
El legislador John Fillmore, republicano y empresario que representa a la ciudad de Apache Junction en la Cámara de Representantes de Arizona, votó en contra y denunció a los inmigrantes indocumentados.
“Los estadounidenses no deberían tener que pagar por extranjeros, ilegales, dándoles un estatus privilegiado por su traspaso e invasión a Estados Unidos”, dijo Fillmore.
Finalmente los legisladores demócratas, con el apoyo de cuatro republicanos, sacaron adelante la Resolución Concurrente del Senado 1044 para otorgar matrícula de residente a estudiantes sin ciudadanía en Arizona y ser votada en las elecciones de medio termino como la Propuesta 308.
¿Se aprobara la propuesta 308?
El día había llegado.
Montoya apenas pudo dormir la madrugada del 8 de noviembre, se despertó a las 4 a.m. con las manos sudadas y hecha un manojo de nervios. Fue el día que se llevaron a cabo las polémicas elecciones.






Había mucho en juego.
La republicana Kari Lake, ex presentadora de noticias respaldada por Donald Trump, y la demócrata Katie Hobbs, actual secretaria de Estado de Arizona, aún están en la lucha por la gubernatura. Y en un estado morado, la batalla electoral entre el titular demócrata Mark Kelly y el retador Blake Masters es clave para determinar qué partido ocupa el Senado de los EE. UU.
Pero Montoya solo podía pensar en una cosa: ¿Se aprobara la propuesta 308?
Según el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, más de 20 estados tienen leyes que permiten a los jóvenes indocumentados pagar las mismas tasas de matrícula que los ciudadanos y residentes.
Si se aprueba la Propuesta 308, los estudiantes sin estatus migratorio en el país, podrán acceder a estudios superiores con más facilidad, ya que pagan tres veces más por las matrículas en universidades y colegios. La propuesta requiere que estudiantes haya vivido en Arizona durante dos años o más y se haya graduado de una escuela secundaria.
“Aún falta varios votos por contar, así que trato de manejar mis emociones y no cantar victoria prematuramente”, dijo Montoya, mientras secaba sus lágrimas, luchando por controlar las emociones que esa noche la invadían. Se acomodaba su saco negro, se frotaba las manos, sonreía y volvía a llorar.

Pero para esta activista, que fue incluida en la lista de la revista Forbes entre los 30 jóvenes menores de 30 años más influyentes por su labor social, los resultados son una pequeña parte de lo que importa.
“Siento que ya hemos ganado porque nuestros soñadores se han visto reflejados en esta pelea desde el principio”, dijo.
Los primeros resultados dados a conocer pasadas las 8 pm apenas les daban una ventaja de poco más de 90.000 votos con el casi el 40% de las boletas contabilizadas. El tiempo pasa, los números siguen cerrados, pero dando una ligera ventaja a los soñadores.
Esa noche, entrada las 10 pm los jóvenes habían cedido al cansancio que se veía reflejado en sus rostros. Iniciaba la despedida en medio de un ambiente cálido, de abrazos constantes, de agradecimientos mutuos, de sentir que habían cumplido con una larga misión, seguros de que sus esfuerzos rendirán frutos. Si no es para ellos, será para las futuras generaciones de soñadores.
Empezaron a recoger las charolas con burritos, retirar de las paredes las cartulinas con consignas a favor de la Propuesta 308, cargar sus mochilas, y abrigarse. Afuera del edificio, la noche era fría, pero alumbrada por una brillante luz de luna.
De la mano con los estudiantes de arizona
Montoya ha luchado por los derechos de los indocumentados junto a su pareja José Patiño. Han trabajado de la mano con ciento de jóvenes en Arizona.
Anualmente, 2,000 estudiantes indocumentados se gradúan de la secundaria en Arizona y enfrentan limitaciones para poder costear su educación terciaria, de acuerdo al Instituto de Políticas Migratorias.
Durante su lucha surgió la campaña Yes On 308 dirigida por líderes educativos, comerciales, religiosos y cívicos de Arizona que buscan equidad en la educación para todos los graduados de secundaria de Arizona.
Líderes de la talla del ex presidente Barack Obama, así como líderes locales como la alcaldesa Kate Gallego, el congresista Rubén Gallego, la senadora estatal Raquel Terán, el congresista Raúl Grijalva, la alcaldesa Regina Romero, promulgaron abiertamente su apoyo a la Propuesta 308.

La campaña Yes On 308 resalta los beneficios económicos que esta ley otorgaría a Arizona, destacando el papel de estos jóvenes al cubrir las necesidades críticas de la fuerza laboral, como la atención médica y la educación, entre otros campos laborales.
Montoya nació en Tijuana, Baja California y emigró junto a sus padres a Arizona en 2003. Ella vio la necesidad de proteger a su familia de la deportación, por ese motivo inició la batalla para llevar a la boleta electoral una propuesta que parecía inalcanzable.
“Ha sido un camino muy largo, más de quince años que hemos vivido esta injusticia para nuestros estudiantes”, dijo Montoya. “Yo era una de esas estudiantes. Ahora, siento alegría, tristeza y nervios de no saber qué va a pasar. Todos estos años solamente hemos peleado por una oportunidad de que los votantes puedan volver a decidir por la educación igualitaria”.
Todos esos años se resumen en un día, quizás dos, tres o cuatro largos días, para saber si su ardua lucha se convertirá en ley.
Para que la soñadora María León tenga una respuesta sobre su futuro.
Para que su sueño de ser doctora se vuelva realidad o nunca se concrete.
Así los votos hoy: 51% yes, 49% no. Una diferencia de menos de 45.000 votos con decenas de miles de papeletas por contar.
La moneda sigue en el aire. Las votantes decidirán.
La noche larga de elecciones ya está terminando. María León carga a su hija de 2 años, Honoria, en sus brazos, decidida a que ninguna ley se interpondrá en su camino y el futuro de su niña.
Correcciones y aclaraciones: Una versión anterior de esta historia confundió el año en que los soñadores comenzaron a elaborar estrategias para la Proposición 308, que fue en 2018.