Ella está sensualmente recostada de lado sobre una losa rectangular de poca altura. Cadera suave, yemas de los dedos aladas y barbilla con hoyuelos que se eleva hacia el resplandor de un cielo desértico.
Voluptuosa.
Los saguaros puntiagudos y las montañas de color durazno bañadas por el sol le dan la bienvenida a su nuevo hogar.
Su piel de bronce oscuro gotea.
Cualquiera que esté parado en el espacio que ahora ocupa en Arizona puede ver que vive lejos del cielo colombiano que soñó con ella por primera vez.
Ella es una antigua sirena de metal tomando el sol dentro del Jardín Botánico del Desierto en Phoenix.

Puedes unirte a ella entre otras suculencias.
Fernando Botero la bautizó como “Mujer Reclinada” en 2007. Una diosa bajo el implacable sol de Arizona. Es fácil pensar que pudo haber elegido otro nombre. Es más fácil pensar que vivió mucho antes del comienzo de Botero o de cualquier época ligada a la humanidad.
Durante meses, las personas que aman a Botero y sus creaciones trabajaron para traer su arte a Arizona. Nadie esperaba que Botero muriera tres semanas antes de que se inaugurara la enorme exhibición en el jardín del desierto.
Sus creaciones viven en la muestra artística “Fernando Botero: El Maestro” entre miles de especies de cactus, árboles y flores.
Para los colombianos, Botero sigue siendo uno de los mayores representantes de su cultura. Es un orgullo nacional y uno de los artistas latinoamericanos más influyentes de los últimos tiempos.
Linda Escorcia Norquist es parte de la junta directiva del Jardín Botánico del Desierto y ve la exposición de Botero como una distinción para su gente colombiana en Estados Unidos.
“Como colombiana es un orgullo que alguien de ese tamaño venga a Arizona”, dijo Linda a Arizona Luminaria. “Pueden ver la cultura del país,”
La exhibición es una oportunidad para que la comunidad americana aprenda más sobre el arte, la historia y la cultura colombiana.
La mayoría de las piezas “retratan la parte costumbrista colombiana, acerca de la típica familia colombiana, las plantaciones de café, de plátanos”, dijo Linda.

‘Orgullosos de nuestra herencia, nuestras raíces’
Nacida en Bogotá, Linda decidió emigrar a Arizona hace más de 20 años para poder casarse con su prometido, un joven estadounidense llamado Tyler Norquist. Ahora tienen dos hijos, Devin Rodolfo y Allison. Pero los padres de Linda y su hermana tuvieron que emigrar por seguridad.
Su madre era juez en Colombia. Linda dice que su madre fue secuestrada durante nueve meses por el grupo guerrillero colombiano conocido como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En 2004, su madre solicitó asilo político en Estados Unidos para proteger su vida y la de su familia.
Luego, vino un proceso de adaptación de la familia colombiana. Aprendieron a vivir alejados de su cultura, aunque nunca dejaron de extrañar a su gente y su hogar natal.
“Los colombianos somos muy orgullosos de nuestra herencia, nuestras raíces”, dijo Linda. “Somos echados para adelante, nos gusta trabajar, bailar, tener muchos amigos. Un colombiano puede tener todo en contra pero nunca se deja caer”, dijo Linda.
Información del Evento
- “Fernando Botero: El Maestro” estará expuesta hasta el 31 de marzo de 2024 en el Jardín Botánico del Desierto.
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La población colombiana en Arizona se encuentra entre los grupos latinos de más rápido crecimiento. Del 2000 al 2021, ha habido un crecimiento de 11,998 colombianos en el estado, según datos del Censo de Estados Unidos destacados en un informe “DATOS 2023” de la Cámara de Comercio Hispana de Arizona.
Eso es un 492,3% más de colombianos que en 2000, cuando la población era de 2,437.
Ahora se estima que hay 14,435 colombianos viviendo en Arizona. Aun así, Linda siente la ausencia de la presencia de su pueblo en el estado.
“No siento que la cultura colombiana está representada aquí, sólo hay una tienda colombiana y pocos restaurantes”, dijo.
Ella trabaja para mantener sus tradiciones colombianas arraigadas en Arizona.
“Somos fiesteros, pero somos más de rumbas en casa”, dijo. “Celebramos nuestra independencia el 20 de julio, la Batalla de Boyacá el 7 de agosto, el Carnaval de Barranquilla en febrero y veneramos a la Virgen de Chiquinquirá y al Divino Niño en Colombia”.
Boterismo
La exposición de Botero es una oportunidad para unir a los colombianos en Arizona.
“Personalmente espero que la comunidad colombiana vaya y visite la colección que es un orgullo nacional para nosotros, espero que se abalancen”, dijo Linda, alzando la voz mientras hablaba efusivamente de Botero.
Hacer posible la exposición de Botero en el Jardín Botánico fue un trabajo monumental que se realizó con el apoyo del Museo de Arte Latinoamericano, o MOLAA, en Long Beach.
“Las obras de arte de la exposición fueron generosamente prestadas por la familia Botero, el Museo de Arte Latinoamericano y varios coleccionistas de arte privado”, dijo Laura Spalding Best, directora de exhibiciones del Jardín Botánico del Desierto por medio de un correo a Arizona Luminaria.“Cada obra de arte en esta exposición es un ejemplo increíble del estilo ‘Boterismo’ del maestro”.
Algunas de estas famosas y destacadas obras lucen en el jardín:
“Mujer reclinada”
“Matador”
“Guitarrista”
“Familia en la plantación”

Las voluptuosas figuras de Botero revolucionaron el arte moderno al desafiar el volumen y el espacio.
Si bien las representaciones rotundas y aparentemente no controvertidas de la vida cotidiana fueron temas fuertes en la obra de Botero, él nunca rehuyó representar la política a través de un ojo creativo.
Una de sus pinturas más famosas, “La muerte de Pablo Escobar”, encarna la violencia en el país al documentar la muerte del sanguinario narcotraficante. En la pintura de 1999, Escobar sostiene sus manos ante él mientras lo salpican a balazos en una azotea de Medellín.
Las ilustraciones políticas de Botero no se limitaron a Colombia. En 2007, describió la tortura de prisioneros iraquíes por parte de estadounidenses en el centro de detención de Abu Ghraib. En 2007, Botero respondió preguntas sobre la famosa serie de 87 dibujos y pinturas. “Antiestadounidense no lo es. Anti-brutalidad, anti-inhumanidad, sí”, dijo a la publicación SFGATE.
Un homenaje al desierto
Ahora sus creaciones llegan por primera vez al desierto de Arizona para quienes deseen aprender más sobre el icónico artista colombiano.
“La vida y obra de Fernando Botero son sinónimos del arte y la cultura latinoamericana”, dijo Spalding Best. “Esta exposición rinde homenaje a Botero y la comunidad latina, ubicándolo como uno de los artistas más queridos y significativos de su tiempo”.
Su peculiar estilo, tanto en la pintura querúbica como en las esculturas volumétricas, llevó a Botero, quien nació en uno de los barrios más humildes de Medellín, a ser reconocido internacionalmente por su estilo característico conocido como “Boterismo”.
“Mi estilo proviene de la convicción de que la voluptuosidad de la forma es motivo de gozo. Y el arte debe dar placer”, dijo Botero en el año 2018 para una entrevista de la revista Vanity Fair.
Su muerte el 15 de septiembre provocó un luto mundial. Tenía 91 años. Murió en Mónaco, Europa.

“Toda la exposición actúa como un tributo a la vida y el legado del artista”, dijo Spalding Best.
Ken Schutz, director ejecutivo del Jardín Botánico, dijo por medio de un comunicado de prensa que está encantado de traer la primera gran exposición de Botero a Arizona.
“Las exhibiciones de arte del Jardín se han convertido en una fuente de orgullo vibrante y convincente”, dijo Schutz.
Las obras de arte de Botero se pueden encontrar en más de 200 museos de todo el mundo, desde Singapur hasta el Jardín Botánico de Nueva York, según el sitio web del Jardín Botánico del Desierto en Arizona.
Entre las más de 20 obras de arte que se exhibirán en el jardín botánico del desierto destacan dos esculturas monumentales.
“Estamos entusiasmados de trabajar con el Jardín Botánico para brindar una experiencia única e inmersiva que celebre las contribuciones indelebles de Botero al ámbito del arte latinoamericano”, dijo Lourdes Ramos-Rivas por medio de un comunicado de prensa. Ramos-Rivas es doctora en filosofía del arte y presidenta ejecutiva de MOLAA.
“No podríamos estar más encantados de mostrar su obra de arte rodeados de la espectacular belleza del desierto sonorense” dijo.

Botero ya no está en este mundo.
Su arte prevalece.
En el jardín del desierto, la mujer de bronce reclinada extiende su mano hacia el cielo. Quizás como un eterno adiós al artista que pintó a Colombia enorme, como su obra.
Reporteras Dianna M. Náñez and Carolina Cuellar contribuyeron a este artículo